El CAMINO DE VICENTE recoge experiencias habidas en los dias que pemanecí en el Camino francés a Santiago

viernes, 6 de septiembre de 2013

Etapa 37 : CEE - Faro de FINISTERRE (25 kmts)

Día 14-10-13
Última etapa, último día del Camino. Un día de mucha satisfacción por llegar a meta, por cumplir ese objetivo inicial  que siempre estuvo expuesto a un accidente, a una lesión, a una enfermedad.
¡Treinta y siete días en el Camino!, son muchos, inicialmente no pensé en ellos, tal vez porque si lo hubiera hecho me hubiera echado atrás. El Camino es un día y mañana otro, es hoy y mañana, hay que vivirlo día a día, al igual que las etapas se hacen paso a paso.
Esta etapa tiene un cambio de escenario respecto a todas las anteriores, en ésta es el mar, la mar,  la protagonista, se la oye, se la ve y se la huele. Salvo el trayecto entre Corcubión y Estorde, unos 4 kmts,, que se hacen por el monte, el resto es orillas de la mar, por playas y asfalto de carretera, viéndola, sintiéndola.

Son las  mismas horas de duración que las de etapas anteriores aunque parecen menos, la ilusión de la meta te transporta, te lleva sin sentir el tiempo ni el cansancio. En Estorde, en su playa, cientos de gaviotas pueblan la arena buscando el alimento matinal, ofrecen bellas estampas  en una mañana de color gris, confío y deseo que la nubosidad se reduzca y cambie el color del día.
No veo peregrinos, ¿dónde están?, de Svenja y su amiga me despedí en el albergue pensando en que el destino nos volviera a encontrar en la meta, en la última meta y poder grabar la última imagen, más feliz que la de la etapa de ayer cuando nos encontramos con la mar.
Es un placer caminar por estos lares, con temperatura suave, el olor de la mar, ese olor con el que en  tiempos pretéritos viví permanentemente durante algunos miles de días, y los graznidos constantes de las gaviotas.
Después de la playa de Sardiñeiro, el Camino me obliga  ir a la carretera y ascender hasta un alto, un mirador que permite una ámplia vista de la playa de Langosteira y la bahía y localidad de Finisterre. ¡Que diferencia de colorido entre unos días y otros!. El día después de finalizar Héctor el Camino, resultó un día soleado, la instantánea de arriba corresponde a ese día y lugar. Es notable la diferencia de color.
Bajo a la playa, tiene una longitud de dos kilómetros y medio. Hay un buen paseo en su interior pero quiero caminar por la arena. Hay peregrinos que se bañan en estas aguas y lugar, independientemente del tiempo que haga, es uno de sus propósitos y promesas, así me lo contaba una joven madrileña con la que compartí comedor en Finisterre, "ahora me toca pasear y después bañarme, es una promesa". No era la mía, ni voluntad, ni deseo, ni apetencia por el tiempo. Distingo un peregrino en la lejanía de la playa, caminando también  por la arena, es un extra al cuerpo.
Ahora sí se ven peregrinos por el centro de la localidad de Finisterre y me llama la atención notar la presencia de personas que se dirigen a mi ofreciéndome albergue, nunca antes lo había presenciado. Yo no lo necesito porque he decidido regresar por la tarde a Santiago para dormir en el mismo albergue que lo hice el día que llegué allí, y regresar por tren mañana a Palencia. Busco lugar de salida y horario, a las 18,30 h. en un lugar céntrico.
Hay 3 kmts. hasta el faro, me voy para allí, muy pocos suben con la mochila, la mayoría se alberga, se ducha y sube fresco y relajado para celebrar el final. Yo tengo muy claro que debo ir con todo para allí, como lo hizo Héctor hace más de dos años en un día de "perros", de mucha lluvia.
 La nube que cubría el faro se ha levantado y desde la estatua del peregrino, a medio camino de la ascensión, ya se le ve. ¡Que bien!
Hay mucho tráfico rodado por la carretera, los de a pié disponemos de un estrecho pasillo-arcén para transitar en los dos sentidos.
A las 13 horas del día 14 de Octubre llego ¡por fin! al faro, había comenzado a las 6 de la mañana del 5 de Septiembre, en Saint Jean Pied de Port. En otras dos ocasiones había estado allí, pero en ambas había llegado en coche, por ello no le había dado  un significado importante, ¡ahora sí!, ¡ahora era distinto!, ahora el faro había sido un objetivo, un pensamiento diario desde el primer día, como comenzó a serlo hace 42 años cuando lo buscaba desde el otro lado, desde el otro elemento del planeta. Entonces buscaba su perfil en la pantalla del radar o sus destellos cada 5 segundos en la noche, para sentirme seguro. Ahora buscaba su figura  para sentir la satisfacción de la llegada, la autoestima . Entonces le buscaba en uno de los cuadrantes del Este, ahora le veía en los cuadrantes Oeste. El faro de Finisterre significaba para mi el encuentro de dos miradas. El día y el lugar tenían para mi un significado muy especial.

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Después de pasear, fotografiar, mirar y pensar por los alrededores del faro me alejé de éste y accedí a una parte elevada del cabo, allí  estaba y me encontraba solo y desde allí  presenciaba mas mar y sentía al faro más pequeño pero como referencia más grande respecto a la inmensidad. Tomé mi diario y escribí :

ENCUENTRO DE DOS MIRADAS
Desde mar adentro añoraba ver tu perfil en la pantalla o tu destello en la noche cada 5 segundos. Esto ocurría en un tiempo muy alejado de hoy, cuando el horizonte no tenia límites y en el cuaderno de Bitácora había...
muy pocas hojas escritas y muchas vacias.
Ahora cambié el agua por la tierra, singladuras por etapas, y solo necesite mi cuerpo para encontrarte y verte.
Han pasado muchas cosas entre ámbas miradas, hoy mi horizonte está próximo y en el cuaderno muchas hojas escritas y pocas vacias. Por ello he querido volver a escribir tu nombre en mi cuaderno y reencontrarme contigo en el punto final de la TIERRA, abrazados por el AGUA y envueltos por el SOL, junto los tres dioses.
Estoy satisfecho.

Era un momento de felicidad y de recuerdos y entre ellos no podía faltar el de la llegada de Héctor a este mismo punto y la visita familiar en el día siguiente, un día espléndido de luz. Conservo buenos recuerdos de aquellas fechas, le daba mucha importancia a lo que mi hijo había hecho, no por hacer el Camino en sí sino por el hecho de haber fijado un objetivo y haberle cumplido. 

Ese día 15-08-11 comimos bien en el pueblo, una buena cazuela de bogavante con arroz, tan buen recuerdo nos dejó que en esta ocasión tenía que repetir aunque estuviera solo. Y así es como ocurrió.

Antes de bajar del faro  busqué  la presencia de Svenja y su amiga con el fin de despedirme de ellas y grabar las últimas imágenes. No las hallé por lo que bajé. En el descenso, a la altura de la estatua del peregrino  encontré a Svenja, subía sola y con una botella de champán en las manos, me dijo que más tarde subiría su amiga para celebrarlo juntas. Allí nos despedimos, ella comenzó en Burgos, la queda el Camino desde allí hasta Roncesvalles o Saint Jean, lo hará en sus vacaciones del 2014 

A las 18,30 tomo el Bus a Santiago, al día siguiente cogeré el tren que a las 14,30 horas me pondrá en Palencia, allí en el andén me esperan Soco y Glory, mi mujer y mi cuñada, Igual que el día de mi partida,el 4 de Septiembre.
Y como final, dos observaciones :
1.- Hacer el Camino es una experiencia inolvidable y repetible que todos deberían sentir, lo malo es que tal vez el Camino no pueda soportar tantas experiencias a la vez.
2.- Quiero volver a traer aquí las palabras de Antxón, quiero que sean las últimas de mi blog como lo fueron de su libro y de su vida, y a empatizar en el sentimiento de un hombre de valor que sabía que al escribir estas palabras  se estaba refiriendo además de a su Camino de Santiago al camino de su vida.
 "No puedo avanzar más, la tierra se acaba, el camino se termina. Estoy en el fin del mundo. Una superficie plateada y lisa satura todo mi campo de visión. La lluvia moja el mar y lo une a un cielo a punto de desplomarse. Veo un navío que surca las aguas, no tiene bandera y navega libre. Deja una estela blanca. Se ve minúsculo y frágil en el océano inconmensurable. Parece titubear un instante pero enseguida endereza el rumbo y apunta decidido hacia poniente.". EL GRAN CAMINANTE (Antxon González Gabarain "Bolitx")




3 comentarios:

  1. Qué experiencia tan enriquecedora habrá sido para ti. He leído todas tus etapas y me han enamorado del camino. Quiero hacerle pero me temo no ser tan fuerte como tú. Has renunciado a muchas cosas durante muchos días con muchos sacrificios supongo. Admiro lo q has hecho y agradezco haberte descubierto en google. Me ha gustado mucho la escritura de la ultima etapa. Gracias por contar tu experiencia.

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  2. Otra que te agradece tu relato. Primero porque la he vivido contigo aunque sea sentada delante de un ordenador, y otra por darme fuerza y confianza para hacerla el año que viene. Ultreia

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    1. Hola Elena. Has hecho el Camino? Qué te ha parecido?

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