El CAMINO DE VICENTE recoge experiencias habidas en los dias que pemanecí en el Camino francés a Santiago

lunes, 23 de septiembre de 2013

Etapa 20 : La Virgen del Camino - Hospital del Orbigo (26 kmts)

Día 27-09-13


Diariamente, al final de cada etapa, escribía un modesto diario donde reflejaba las vivencias, sensaciones y sentimientos de cada etapa, así en ese día 27 escribía en el albergue de Hospital de Orbigo : "20 etapas pueden ser muchas cuando piensas en hacer el Camino, pero son pocas cuando
estás metido en él. Tal vez es el atractivo del mundo interétnico, intercultural, internacional, el que te lleva a caminar, el sentirte en otro mundo  distinto del rutinario en el que vives, o tal vez sea la sonrisa como contrapunto a lo habitual, o tal vez el descubrimiento de que puedes caminar cada día cerca de 30 kmts, o tal vez olvidarte de los "ídolos de barro" a los que diariamente rendimos culto. El Camino engancha, es otro mundo, y es de esto de lo que casi todos estamos necesitados".
La etapa comenzó con emociones. No es habitual presenciar personas caminando por las aceras en el horario de las 7 de la mañana, esto me llamó la atención, se dirigían a la iglesia, ¿irán a misa a estas horas tempranas?, ¿tanta devoción hay a esta Virgen y a estas horas?. La curiosidad me llevó hasta el punto de encuentro de esa gente. LLegaban desde todas las direcciones, en la Iglesia había ya muchos fieles que portaban una vela encendida, las velas las traían de casa y las encendían al entrar en la Iglesia. Dentro cantaban y un grupo de párrocos se dirigían desde el altar hasta la puerta de la calle, las personas se incorporaban a su estela y forman una procesión que salía al exterior de la Iglesia de la Virgen del Camino. Solo se escuchaban los cánticos religiosos. Yo estaba en el exterior, quieto como una estatua con mochila presenciando con respeto tanta devoción. Me acordé de mi madre, de la devoción que sentía por esta Virgen y sentí que su alma formaba parte de la procesión, igualmente sentí una profunda emoción que no quise contener, una mujer mayor me ofreció una vela y me invitó a participar, sin mediar palabra acepté la invitación. Estuve cinco minutos, tenía que volver a mi Camino, fueron los 20 minutos de más emoción en el Camino y que formarán parte de los capítulos inolvidables.


Ya no quedan peregrinos que han pasado la noche en esta población, todos están uno o dos kmts por delante, los que encuentro ahora son los que han dormido en León.
La etapa es PLANA y MONOTONA y además paralela a la carretera por lo que el tránsito de los vehículos se convierte en molestia y también en peligro. El día está cubierto y amenaza lluvia, la horizontalidad amplia permite ver cortinas de agua en puntos distantes que hacen pensar que en cualquier momento vendrán a nuestro encuentro. Efectivamente, a las 11,30 de la mañana tengo que estrenar la capa que había comprado en mi parada de Palencia, es muy práctica y eficaz contra el agua, el problema es que no te mojas de fuera a dentro, pero te empapas desde dentro con el sudor. Es una nueva experiencia que se agradece por ello, en las etapas precedentes hemos tenido suerte con el buen tiempo, tan solo a la salida de Pamplona nos mojamos un poco. En algunos momentos aumenta su intensidad y se vuelve molesta, especialmente cuando el rodaje de los vehículos nos expulsa el agua del asfalto.

A las 13,45 h. estoy pisando la calle empedrada de Hospital de Órbigo que me lleva al puente de origen medieval, 19 ojos, inmortalizado en la hazaña del caballero don Suero de Quiñones y que por conmemorar esta historia o leyenda, anualmente se celebran representaciones de torneos medievales. 
http://es.wikipedia.org/wiki/Paso_honroso
"Es un acceso legendario de origen romano, aunque restaurado después. Además de unir Astúrica con León, formaba parte de la vía Aquitania por la que transportaban de Astorga a Roma el oro de los astures. Por él discurrieron legiones romanas, ejércitos suaves y godos, tropas inglesas y francesas, y, sobre todo, peregrinos, miles y miles de peregrinos. Y como siempre con cierta trascendencia en estos casos, yo, hasta el momento, soy el último de ellos." (Antxon González - EL GRAN CAMINANTE)


En el Camino había encontrado propaganda de Albergue San Miguel y reservé una plaza. No fue una mala decisión, es un albergue privado, moderno, equipado con mobiliario suficiente y limpio, y con una singularidad como es el ofrecimiento a los peregrinos y práctica de expresión del arte de la pintura. Son muchos los cuadros colgados por las paredes firmados por los peregrinos que han estado en ese albergue que sirven de buena ambientación y decoración. La lluvia de la tarde rechazó el intento de dar una vuelta por el pueblo, así que hubo que permanecer en el albergue y entretener el tiempo, unos jóvenes americanos aficionados a la pintura contribuyeron a ello.
En el albergue solo hallé una cara conocida, la de Svenja, allí estaban ella y su eterna sonrisa y educación.

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