El CAMINO DE VICENTE recoge experiencias habidas en los dias que pemanecí en el Camino francés a Santiago

viernes, 25 de octubre de 2013

El Camino

"Ser peregrino es aprender a encontrar la felicidad en las cosas simples de la vida y disfrutar el silencio que nos lleva a nosotros mismos".


El Camino que une Saint Jean de Pied de Port  con Santiago de Compostela es el eje más importante y popular de las peregrinaciones jacobeas.
Desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, el Camino de Santiago se convirtió en la más importante ruta de peregrinación de la Europa medieval. El paso de los innumerables peregrinos que, movidos por su fe, se dirigían a Compostela desde todos los países europeos, sirvió como punto de partida de todo un desarrollo artístico, social y económico que dejó sus huellas a lo largo de todo el Camino de Santiago.  La mezcla de reto deportivo con religiosidad, con búsqueda de lo auténtico y de uno mismo, todo ello escoltado por estilos románicos y góticos, entre caballeros templarios y monjes benedictinos, entre hayas y trigos, entre castaños y carvallos, entre leyendas y milagros hacen del Camino de Santiago una experiencia singular.
Todos hemos escuchado hablar del Camino, generalmente hemos oído buenas  referencias que nos hacen pensar en la posibilidad de hacerlo alguna vez.  “Me gustaría hacerlo”, “alguna vez lo haré”, “algo debe tener el camino porque quien lo hace repite”, comentarios como estos  los hemos oído  y también los hemos pronunciado o pensado.


¿Motivos para hacer el Camino?, varios, cada quien tiene el suyo, respetable y basado  en la libertad individual que es la idiosincrasia del Camino. Al final del Camino, en Santiago, si quieres disponer de la Compostelana, la credencial de haber hecho el Camino, te piden rellenar un documento donde hay una columna  que pregunta ¿motivo del Camino?, con dos posibles respuestas : Religiosos /Culturales o deportivos. Lo que yo pude ver es que la inmensa mayoría ponía la cruz en la columna de motivos religiosos.

¿Qué es El Camino?. El Camino es APRENDIZAJE, te enseña  algo importante, como es que en la vida debes fijar un OBJETIVO y para alcanzarlo debes de  poner  medios  como fe, constancia,  precaución, concentración, conocimiento, humildad y generosidad. Tienes que creer en lo que quieres alcanzar, debes de ser constante pese al cansancio, has de ser precavido para no tropezar y lesionarte, tener concentración para no salirte del camino, conocimiento de lo que te  puedes encontrar, humildad para pedir ayuda y colaboración, y generosidad para dar lo que tengas a quien te lo pida. Todo esto lo experimentas y aprendes en el Camino.
El Camino también te aporta conocimiento de ti  mismo y  de tu propio cuerpo, sorprende conocer hasta dónde y cuánto podemos responder y aguantar. Descubres que la fuerza está en la mente de cada uno.  Personalmente nunca había caminado 24 kmts., y por supuesto nunca con 11 kilos encima, en el Camino lo he hecho y no un día, ni dos, sino 37 veces, 37 días, 37 etapas seguidas. El Camino te enseña que : ¡SI QUIERES, PUEDES!, y te invita a que lo recorras, a que lo pises, a que lo camines, porque es la forma de conocerlo y sentirlo. Y cuando te hayas decidido, cuando lo hayas hecho sentirás una gran satisfacción, ¡mucha autoestima!.

¿Recomendaciones? :  ¡ HACERLE SOLO!. Es la forma de ser libre y de respetar la libertad de quien te fuera a acompañar. ¡No condiciones a nadie y que nadie te condicione a ti!.
En el Camino hay otros amigos que puedes descubrir, de los que puedes aprender, a los que puedes enseñar.
Previamente es recomendable conocerle y programar las etapas a hacer y albergues donde dormir,  guías editadas  y páginas web que facilitan todas estas necesidades.  http://caminodesantiago.consumer.es/.
Hay peregrinos que utilizan hostales, pensiones para dormir porque recelan de los albergues; pues bien, la recomendación es dormir en albergues para no "abandonar" el camino. Aquí conectas con quien tiene sentimientos o motivos iguales o parecidos a ti, compartes muchas cosas comunes que te aportan proximidad y complicidad. En los Hostales, ¡desconectas!
Y.....¡DECISIÓN!,   por ello hay que fijar un día y ponerte a andar.
¿Quién es el peregrino?. Hay un dicho entre los hombres de la mar, atribuido a un filósofo griego, que dice : “hay tres tipos de hombres (personas), los vivos, los muertos y los marinos”, pues bien, después de conocerlo, yo añadiría un tipo más, el de los peregrinos. Vivir en el Camino durante muchos días hace  sentirte en otro mundo diferente completamente en el que vives, del que vienes y al que vuelves. Un mundo donde te encuentras personas de muchas nacionalidades y originarias de muchos miles de kmts. que pueden tener otras culturas, otras formas de ver y sentir la vida  En mi Camino he encontrado gente hasta de las antípodas, de Australia, con quienes compartes aire y espacio y te puedes comunicar por medio de la palabra, la mirada y el respeto. 

¿Cuánto cuesta el Camino?. Puedes gastarte mucho dinero si comes a la carta, duermes en hoteles y te lleva la mochila una empresa de transporte de mochilas. Hay peregrinos o personas que caminan así, pero no son la mayoría y no se decir qué porcentaje de personas caminan lo hacen.
Puedes gastarte poco si vas a albergues de la iglesia o parroquiales, incluso algunos municipales, donde cenar, dormir y desayunar no tienen coste fijo sino que dependen de la voluntad, que no es vigilada ni exigida, por lo que podrías hacerlo por 0 € .
Lo que más se utiliza es comer o cenar un menú del peregrino, todos tienen un coste aproximado a 10 €, tomar un desayuno de 3 € de media, un almuerzo o bocata, pincho, etc, en el medio del camino por otros 3 €, una merienda de fruta, bocata y agua por otros 3 € y dormir en albergue público o privado por una media de 8 €. Total = 27 € diarios.
Hay otro modelo como es el de alternar albergues con Hostales y hacer alguna extra en los menús, de esta forma puedes llegar a una media próxima a 40 €, ésta ha sido mi experiencia.
El Camino no es barato, unas vacaciones  haciendo el Camino te puede costar más que unas vacaciones en la playa.

Hacer el Camino es una experiencia inolvidable.  Para contribuir a ello hago este blog con los recuerdos almacenados y pensando en poder compartirlos con aquellos que lo vivieron o quieren vivirlo. Porque el Camino también es COMPARTIR experiencias.

"Andar es caer hacia adelante. Cada paso que damos es una caída que detenemos a tiempo, un fracaso que evitamos, un desastre que evitamos. Por eso caminar es un acto de fe." Paul Salopek. Periodista ganador del premio Pulitzer


domingo, 13 de octubre de 2013

Etapa 1 : Saint Jean Pied de Port - Roncesvalles (26 kmts)

El día 4 de Septiembre de 2013, tomo el tren en mi ciudad de origen, Palencia, con destino a Pamplona, allí tomé un Bus hacia Saint Jean Pied de Port, País Vasco Francés, ciudad situada a los pies de los Pirineos. 

La primer sorpresa fue comprobar el elevado número de peregrinos que había en la ciudad y en consecuencia el primer problema fue encontrar albergue donde dormir. Las calles parecían un hormiguero de gente que preguntaban, que iban y venían sin saber para donde tirar. "Mal empezamos", pensaba. Ni en los Hoteles había plaza, recuerdo como anécdota un céntrico Hotel donde me decían que sí había una habitación por 158 €, nos reímos. Al fin apareció un albergue, un poco retirado del centro, el GIT COMPOSTELLANE, donde nos albergamos todos los que buscábamos. Era mi primer albergue en la vida, mi primer litera, era una habitación de cuatro: una francesa, un inglés, un americano y un español. Esa noche había que alimentarse porque la mañana siguiente iba a ser de mucho desgaste. Mucho había leído de esta etapa, de  su dureza, después he sabido que todos los años son varios los peregrinos que en invierno pierden la vida. Me asustaba el peso de la mochila , no tenía experiencias previas de superación  de kmts. y alturas con tanto peso, pero tenía una gran cosa a favor, las ganas y la fe de superar todo.

Día 5-09-13
A las 6,30 caminaba por las empedradas calles de Saint Jean, Por la puerta de España, buscando el camino  hacía España.  La etapa destaca por su belleza paisajística y el atractivo añadido de pasar a pie la frontera entre Francia y España, pero también por su dureza, son 26 kmts. de los cuales 22,5 son de subida, hay que atravesar los Pirineos, un desnivel de 1.250 m. desde su inicio que se encuentra a una altitud de 177 m. hasta el collado de Lepoeder (Collado Bonito), desde donde se divisa el valle de Roncesvalles, situado a 1.450 m. Desde este collado hay que bajar 3,5 kmts por unas pendientes grandes que exigen mucho a las piernas, especialmente las rodillas, un esfuerzo de retención y mucha precaución y concentración para evitar lesiones que acabarían con el proyecto del Camino.
Eran las 16 horas cuando llegaba a Roncesvalles, casi 10 horas en el Camino de la primer etapa. ¡Jamás había hecho cosa parecida!. Las aguas frías del arroyo dieron oxígeno a un cuerpo agotado. Ahora hay que buscar lugar de descanso, ¡eso tan importante!. La hospitalera del albergue de la Real Colegiata estaba asombrada por la cantidad de peregrinos que había, "¡todos giris!", decía, "¡americanos y canadienses!, españoles sois cuatro. Pero tienes que irte a la zona vieja porque la nueva esta ocupada.". "Entonces déjame buscar otra cosa, ¿puedo?". "Pero date prisa que esto hoy se ocupa totalmente". Salí al exterior de la Colegiata, gentío, vehículos, ... pero yo tenía una prioridad, ¡buscar donde descansar!. Me dirigí al primer Hostal, al más próximo. Inocente yo, pregunté: "¿Hay habitación para dormir?", "¿Tienes reserva?", "¡No!", "Pues no tienes nada que hacer ni aquí ni en ningún Hostal de Roncesvalles, si quieres puedo llamar a Burguete, a 2 kmts de aquí, ¿te parece?". No lo dudé.  Una cerveza con gas que duró  solo seis segundos y a caminar de nuevo. Son solo 2 kmts más, me decía. Mi cuerpo iba veloz porque buscaba el premio del descanso, no sentía el cansancio, no podía acordarse de ello, la mente es la que manda. Al fin y al cabo, le decía al cuerpo, este camino no le haces mañana. En 20 minutos llegué, y es curioso comprobar los efectos físicos y mentales, fue ver el pueblo, estar en él y ¡derrumbarme!, llegué muerto al domicilio-pensión que me habían encontrado. ¡Ducha!, cena en un sencillo Bar del pueblo y a las 20,30 h. en la cama.

Desde mi salida de casa y hasta el comienzo de esta etapa, solo a un peregrino había conocido o había entablado conversación con él, se trataba de una mujer mejicana a quien conocí en la estación de tren de Pamplona; yo buscaba la forma de desplazarme a la estación de Autobús para viajar a Saint Jean, ella me facilitó la información y juntos viajamos por las calles pamplonicas a bordo del Bus. La estación está en la Ciudadela, la salida del Bus para Francia era a las 17,30 y  había tiempo, después de las conversaciones típicas en esta situación, cada uno ejecutó un tiempo de espera diferente. A la hora de la salida yo estaba a bordo pero ella no, iba a marchar el Autobús y la mejicana no estaba, pedí al conductor el favor de esperar para ir a buscarla, pronto la localicé, se había entretenido en la comunicación con Méjico vía internet, volvimos corriendo. En Saint Jean nos despistamos voluntariamente, la libertad del Camino. Volví a verla, me vio ella en la subida a los Pirineos, yo hacia fotos, ella pasaba con un grupo y me gritó en la distancia para saludarme y decirme que le había salvado la vida. Ella caminaba deprisa, no la volví  a ver, pero sí pregunté por ella, incluso un amigo común me envió una foto; quiero tenerla aquí porque para mi tiene valor, porque es el del primer rostro del Camino.

Esta etapa impresiona y causa dudas de poder hacerla desde la lectura; pues bien he de decir que todo el que se lo proponga, quiera sufrir y quiera gozar, la va a superar, y he de decir también que superarla te anima a continuar, es la prueba de que puedes hacer todo el camino y es una fuente de alimentación de autoestima muy grande.
A continuación cuelgo este video con colección de fotos hecha por mí.

                       

Estas imágenes, al igual que las de las etapas restantes, unas 1.500, constituyen pasajes de una parte importante e inolvidable de mi Camino.


viernes, 11 de octubre de 2013

Etapa 2 : Roncesvalles a Zubiri (21 kmts.)

Dia 6-09-13

Necesitaba descansar bien la noche de la primera etapa. Nunca antes en mi vida había caminado 28 kmts. (2 más hasta Burguete) y con 11 kilos encima. A medianoche desperté para ir al baño, me dolía TODO, "¿cómo voy a poder hacer la segunda etapa?, me entró miedo y dudas." . Pero el cuerpo es generoso y después de otras cuatro horas de descanso, estaba ya presto a caminar. Con la ayuda de la propietaria de la casa donde dormí, reservé otra habitación en Zubiri.

Esta etapa fue importante porque conocí a tres personas, amigos del camino, con los que compartí sentimientos de la vida, kilómetros del Camino, tiempo, .... y ahora recuerdos, ellos son Jaime, Miguel y René.
No recuerdo las primeras palabras ni la foto con René, pero perfectamente recuerdo los primeros flashes con Jaime y Miguel, casualmente ambos mejicanos y que caminaban por separado. Estaba haciendo una fotografía a un grupo de vacas pastando y Jaime me preguntó si era profesional de la fotografía, seguimos conversando poco tiempo más, no volvimos a hacerlo hasta la etapa siguiente donde volvimos a coincidir.
Miguel llamaba la atención viéndole desde detrás por el gran volumen de la mochila que llevaba, cuando estuve a su altura le pregunté, "mucha penitencia debes hacer por la carga que llevas", "ni con cuatro mochilas como esta pagaría mi penitencia", me respondió. La conversación con este hombre me permitió descubrir a una persona extraordinaria, a un hombre que según palabras de él " me cansé de darme golpes en la vida, herí a mucha gente sin intención, me cansé de sufrir, no supe vivir,  pero  gracias a Dios me he dado cuenta que la vida es bonita, Él me ha dado la oportunidad de cambiar, me ha hecho reflexionar y a través de esta reflexión he llegado al arrepentimiento, y este es mi camino." . Miguel (se le ve en varias fotos por detrás, se le conoce por la mochila grande. Está en dos fotos conmigo) era buen conversador, con unas ideas firmes de la vida, "la vida es aprender a tomar decisiones, no existe el fracaso, existe el aprendizaje", "estamos adaptados a una sociedad enferma, no nos damos cuenta que vivimos en una cárcel de la cual no vemos los barrotes".


Esto tiene el Camino, la oportunidad de conocer personas y vivencias, aprendizaje, como decía Miguel. Volvimos a vernos en el alto del Perdón, después de Pamplona.
Esta etapa de 22 kmts. discurrió por un terreno suave, con pocas irregularidades, donde el perfil más destacado es el de la bajada desde el Alto de Erro a Zubiri. Hay que destacar la limpieza y  belleza de los pueblos navarros: Burguete y Espinal, por sus edificios de piedra adornados con balcones de flores.
Lo peor fue la llegada a Zubiri, donde muchos peregrinos no encontraron alojamiento y se vieron obligados a tomar un taxi hasta otra localidad. Según la opinión de los profesionales del Camino, no han conocido otro mes de Septiembre con tantos peregrinos. Esta circunstancia condiciona el comportamiento de todos, unos madrugando y caminando deprisa hacia el fin de la siguiente etapa para tener plaza en los albergues públicos, a otros utilizando las guías y los móviles para reservar plaza en los albergues privados u hostales.
El único español conocido del Camino, con quien había intercambiado breves conversaciones en ésta y anterior etapa, se encontraba a la entrada del pueblo, sin alojamiento. Paco, se llamaba y era natural de Murcia. Yo tenía reservada una habitación en una pensión, "si hay dos camas o un sofá puedes dormir conmigo", le comenté. Y así fue, había un sofá. Compartimos espacio y economía.


jueves, 10 de octubre de 2013

Etapa 3 : Zubiri - Pamplona (21 kmts)

Día 07-09-13

A partir de Zubiri nos acompañará el rio Arga en nuestra ruta a Pamplona. Es un recorrido  que nos regala hermosas estampas, pues la ribera nos lleva a través de bosques autóctonos por pequeños pueblos rurales, y por sendas adornadas por espinos de endrinas o pacharán como las llaman por esta tierra, hasta la capital navarra, donde entramos por el puente medieval y las antiguas murallas de la ciudad. Los 9 primeros kmts, hasta Zuriain, son los mejores porque discurrimos por bosques de robles y a orilla del Arga. En el Camino conoces también a  lugareños que a veces te aportan compañía y conocimiento, así nos ocurrió con Esteban, un navarro recio dedicado a la ganadería caballar en el monte, ya la conocimos en el Pirineo junto a la ganadería lanar de ovejas lachas. A este navarro le gusta acompañar a los peregrinos junto su perro de caza y contarles cosas del lugar como la elaboración del famoso licor navarro del pacharán, y también del Camino porque él se consideraba también peregrino por haber hecho este, el Francés y también el del Norte. Por ejemplo nos contó que todos los inviernos muere algún peregrino en la etapa de Saint Jean, generalmente asiáticos, coreanos dijo él, por falta de conocimiento y de precaución. Recordamos que el hijo del personaje que protagoniza Martin Sheen  en la peli The Way, muere en esta etapa. La referencia de esas tragedias es el invierno, con mal tiempo, no es en el verano y con un estupendo tiempo como lo hemos cruzado nosotros, pero no obstante nos hace sentirnos un poquito más grandes.



Esteban nos acompañaría durante 3 o 4 kmts, donde se dio la vuelta para regresar a Zubiri, nos quedamos solos y poco a poco fuimos individualizando nuestro camino, porque a los peregrinos nos gusta caminar solos durante una buena parte del trayecto o recorrido. 


A partir de Zuriain el Camino se abrió, dejamos los bosques y espacios cerrados o estrechos para hacerlo por zonas desarboladas y próximas a la vía de circulación rodada, así hasta Villaba, localidad del conocido deportista de la bicicleta, Indurain. Desde este lugar hasta Pamplona no pisamos tierra, fueron unos 4 kmts haciéndolo sobre ladrillo de las aceras, transitamos por zonas urbanas unidas por puntos indeterminados, fue muy desagradable caminar así, por el firme y por hacerlo entre los urbanitas; parecíamos invisibles para ellos, sentíamos indiferencia por su parte, parecía que les molestábamos, pero lo que ellos no sabían o no saben es que a los peregrinos tampoco nos gustaba encontrarnos con ellos, con sus ruidos, ni pisar sus suelos; nos encontramos mejor pisando tierra o verde, acompañados de la naturaleza y del sonido del silencio.
Afortunadamente la entrada de Pamplona fue muy agradable y bonita porque fue por la parte antigua e histórica, zona de jardines y de piedra, las antiguas murallas de la ciudad y muy pronto la estrechas y empedradas calles pamplonicas por donde transcurren los encierros de San Fermín. Era fin de semana y había mercado medieval, las calles estaban bloqueadas por la gente y los peregrinos nos confundíamos con ellos. Había reservado habitación en un Hostal cerca de la Plaza del Castillo.


miércoles, 9 de octubre de 2013

Etapa 4 : Pamplona a Puente la Reina (24 kmts.)

Día 08-09-13

Entre la cuenca de Pamplona y la llanura navarro-riojana ya solo se encuentra el alto del Perdón, donde las originales siluetas del monumento al peregrino escoltan a los caminantes. Se trata de un ascenso cómodo que nos regala impresionantes vistas de lo andado hasta ahora, una vez arriba apreciamos la belleza de la llanura a la que vamos. No se si es un lugar para pedir perdón, pero sí lo es para disfrutar del descanso, de la meditación y del paisaje, aunque hay que protegerse del viento extraordinario que allí sopla, por esto el aprovechamiento de esa fuerza natural para generar energía eléctrica limpia.
Aunque la lluvia ya nos había visitado en Zubiri, en Pamplona lo hizo con mayor insistencia y tiempo, por espacio de una o dos horas dependiendo de la hora de salida de cada uno, afortunadamente el resto de la etapa lo hicimos sin ella e incluso con sol; la lluvia no la volvimos a ver hasta territorio gallego. Sabía que hoy tocaba lluvia, por ello compré ayer un paraguas plegable (otro peso más a la mochila) para ayuda en estos casos, y  antes de las 24 horas lo usé, después solo acudí a su servicio en Santiago, cuando iba de "paisano". Salí del Hostal y no llovía, las calles céntricas estaban ocupadas por restos de las fiestas de los fines de semana, se escuchaba el ruido de las escobas que los arrastraban por las estrechas y empedradas arterias pamplonicas, junto los pasos vacilantes e irregulares de los pocos supervivientes de la noche. Con la mochila a cuestas y tratando de localizar algo abierto donde desayunar y de buscar la vía de salida, me puse en marcha. Las metálicas conchas adosadas en las baldosas de piedra me llevaron por la calle de los Mercaderes y la plaza Consistorial a otras vías que se van ensanchando hasta llegar a la Ciudadela, comienza a llover y hay que buscar un banco y el refugio temporal de un árbol para abrir la mochila y sacar prendas de agua, muy cerca una pareja frota sus cuerpos sin importarles el agua. Una vez listo reanudo el camino y estreno el paraguas, la lluvia arrecia y resoplo pensando en cómo aguantar esa intensidad durante varias horas, comienza a clarear y por el oeste, el punto hacia el que me dirijo y por donde viene el agua, se ve algún color azul entre el gris oscuro del cielo, la intensidad de la lluvia amaina y en menos de una hora se para. ¡Que bien!, ya fuera de Pamplona, todavía por vías de asfalto, encuentro un Restaurante, hay mochilas fuera y peregrinos que llegan y se marchan después de quitarse la ropa de agua. Me espera el café con leche y las tostadas con mantequilla. !Cuatro pavos!, me cuestan, ¡joder con los navarros!. 


Con más alegría sigo a los peregrinos que me preceden, pronto piso tierra y lo agradezco, no muy alejado se distingue la sierra donde está el alto del Perdón, uno de los puntos emblemáticos del Camino, está envuelto en nubes que se mueven y cambian sus formas con rapidez, los claros en el cielo son cada vez más grandes. El ascenso fue agradable, la pendiente no es fuerte, sí es larga y de poco nivel hasta la llegada, se hace bien, más en un día como el que nos correspondió, muy agradable la temperatura  y el olor a tierra y rastrojos mojados.
A medio camino de esta subida volví a coincidir con Jaime y René, con quienes continué hasta Puente la Reina; en el alto coincidimos con Miguel Ayala y nos hicimos unas fotos para recordar, esta fue la última vez en la que coincidí con él. La etapa discurrió bien, salió el sol y pasamos calor que sumado al tiempo contribuyó a la aparición del cansancio, deseábamos fervientemente llegar a Puente la Reina, localidad a la que da nombre el puente románico construido en el siglo XI sobre el rio Arga para facilitar el paso a los peregrinos, la ciudad fue construida un siglo más tarde, esto nos da idea del respeto o consideración que esta gente ha tenido en la edad Media. La localidad tiene historia y edificaciones de interés, por ello hay que invertir un tiempo de la tarde en conocerlos.

Pasé la noche en el Albergué Jakue. Recomendable.

martes, 8 de octubre de 2013

Etapa 5 : Puente la Reina - Estella (22 kmts)

Día 09-09-13

Sin luz natural recorrí la calle Mayor de la localidad para cruzar el puente que es la salida  hacia Estella. A estas horas, aún no son las 7, solo los peregrinos y vehículos de reparto se mueven por las ciudades, que siempre tienen algún Bar o Cafetería abierto porque conocen que los peregrinos necesitan un alimento caliente para empezar a funcionar, por lo que es una buena oportunidad de negocio y saben no deben perder, el Camino genera riqueza. Las mochilas ocupan los espacios del local, hay momentos que son pocos los que quedan libres, los palos se caen y tropiezan los pies de los peregrinos que entran o salen, se cruzan las miradas comprensibles y una sonrisa  sella los tropiezos. Los trabajadores se mueven con rapidez para atender las necesidades, no es necesario conocer otro idioma que el castellano para satisfacer las peticiones, estas son "sota, caballo y rey". Con el calor del café y el sabor dulce y pegajoso del croissant, cargamos y nos ajustamos la mochila, tomamos los palos y salimos al Camino. El desayuno es uno de los momentos gratificantes del Camino.
En esta etapa me ocurrió una de las anécdotas del Camino, no la había contado en un principio por su sentido escatológico  pero lo voy a hacer ahora porque es natural y entonces... Salíamos casi todos con las linternas frontales debido a la ausencia de luz natural y justo cruzar el puente me dio un apretón : "ya no vuelvo a la cafetería, es de noche y aprovecho en un lugar  apartado". Así que ese era mi objetivo inmediato, pero éramos muchos los que había por delante y por detrás.  El trayecto estaba bien señalizado y no era imprescindible la luz frontal, yo no la llevaba. En un momento, por la densidad de población y la presencia de un pequeño camino que se acercaba al rio, decidí separarme para aliviarme y cuando caminé unos 20 metros miré para detrás y observé a un par de peregrinos detenidos mirando al camino principal y a mi. No había duda que ellos dudaban por donde ir, les grité: "para allí", el apretón era muy exigente por lo que me despreocupé de ellos e hice lo que tenía que hacer. Estaba en plena faena y con las dificultades que ello comporta, cuando veo una luz iluminando el camino al que me había desviado, eran ellos, no me habían entendido pues ahora tampoco van a entender las palabras que les voy a decir pero lo van a comprender enseguida,: "!que os vayáis para allá, que estoy cagando, joder!". Se dieron la vuelta y corriendo. Escuchaba sus risas, pero a mi no me había hecho ninguna gracia.



El perfil de esta etapa es poco ondulado, la altitud de la salida es prácticamente igual que la de la llegada, unos 350 m. Hay varios altos en el camino pero que no superan los 500 m. Así pues cambia la orografía del terreno, baja la altura y se redondean las imágenes que recortan el horizonte.

Aparecen cultivos como el viñedo, el cereal y el olivo, y en esta época después de recogida las cosechas de cereales, los colores del campo son amarillo y verde, la tierra es cultivable en casi su totalidad, por ello hablamos de comarcas con posibilidades.

En el primer alto de la etapa, a unos 4 kmts de la salida, otra vez haciendo fotos a la luz del amanecer, encuentro a Jaime acompañado de René, continuamos juntos hasta Lorca, aquí Jaime se adelanta por no bajar su ritmo al nuestro.                                                   
     

A unos 8 kmts de Puente la Reina, en un día agradable y soleado, aún con la luz de sol muy oblicua, divisamos en la lejanía un conjunto de edificios blancos en una loma y sobre una alfombra verde. La mezcla de los colores del terreno y los cultivos, junto con la luz y las sombras, más el surco del camino ocupado por los peregrinos ofrece unas estampas que inevitablemente obligan a éstos a disparar su cámaras o móviles. La belleza puede aparecer en cualquier momento, esto es otra de las ofertas del Camino. El pueblo se llama Cirauqui, es una localidad navarra bien conservada, casas de piedra y escudos de nobleza indican que ahí hubo historia, que tuvo un pasado brillante. Por la hora y los kmts recorridos, es un buen lugar para que los peregrinos hagan un alto para descansar y repostar. Igualmente, Lorca, a unos 7 kmts más allá, donde una plaza acogedora y una fuente tentadora es, en tiempo de calor, a mediodia y con varios kmts. encima, una invitación irresistible. De todos los modos los peregrinos tenemos actuaciones contagiosas, nos sentamos o paramos allí donde vemos a otros en esa posición o actitud.
Desde Lorca hasta Estella camino con René, hacerlo con este hombre es, por su educación, simpatía y saber idiomas,  pararse a hablar con gente del camino, generalmente mujeres, y por ello es entretenido.
  
Estella, nacida al amparo del Camino como burgo de artesanos y comerciantes franceses, es otra de las grandes e históricas villas que cruza esta  tradicional senda y que como todas dispone de historia y de edificios como museos, iglesias, palacios, etc.. dignos de conocer y referir pero los peregrinos no los tenemos entre nuestras preferencias, porque antes está el cuidado del cuerpo y de lo que le viste. Esto no quiere decir que no seamos curiosos ni sensibles a la belleza de los edificios ni a la historia.

lunes, 7 de octubre de 2013

Etapa 6 : Estella - Los Arcos (22 kmts)

Día 10-09-13

Hasta ahora, solo en un fin de  etapa dormí en albergue, fue en Puente la Reina, el resto, exceptuando la etapa de salida de Saint Jean, lo hice  en Pensiones y Hostales. No será así en la mayoría del resto de etapas que habrá que hacerlo en albergues, por dos motivos, uno económico y otro social, ya que en los Hostales o Pensiones te cuesta entre 20 y 30 €, y en los albergues unos 8, 9 €. La razón social es que en Hostales no vives el Camino; los albergues es el ámbito donde puedes empatizar con las personas que están viviendo lo mismo que uno, aunque no hubiera comunicación verbal hay una aproximación física, una comunicación visual, un sentir las mismas cosas que hacen que "estés ahí" en el mismo equipo. No es igual salir del albergue con tus compañeros, amigos, que hacerlo desde el Hostal o la pensión, solo, hasta que te incorporas al Camino. Por ello, un consejo que doy a quien quiera hacer el Camino es el de dormir en los albergues: parroquiales, públicos o privados. Los parroquiales los regenta la Iglesia por medio de hospitaleros voluntarios, en ellos puedes dormir, cenar y desayunar, aportando la voluntad; los públicos los gestiona el Ayuntamiento y tienen unos precios modestos, en torno a los 5 €; y los privados son algo más caros, entre 9 y 12 € y puedes encontrar servicios mejores. 

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Durante esta etapa las pequeñas poblaciones que florecen entre la Sierra de Montejurra, conocido escenario de batalla  entre carlistas y liberales, y el pico Monjardín serán las únicas compañeras del peregrino, y se concentrarán en los primeros 10 kmts. del recorrido. A partir de ahí, los otros 12 kmts restantes se vuelven solitarios, desapareciendo incluso los bosques, y el Camino discurre entre silenciosos campos de cereal y alguna que otra viña. Más que una comarca navarra parecerá una comarca de tierra castellana.
Inmediatamente que salimos de Estella, aún con poca luz, encontramos en Irachi una bodega de vino con la singularidad de tener una fuente de vino, así, en esta etapa, el que quiera puede cambiar el líquido de la botella de agua.
En la siguiente población, Azqueta, se encuentra uno de los personajes del Camino, Pablito "el de las varas", un vecino que desde 1986 hace varas de avellano "porque crecen rectas y son de poca densidad, poco peso", y las regala a los peregrinos, "habré hecho entre 30 y 33.000 varas, ahora no tengo, me falta la materia prima, tengo que ir a buscarla a Erro, pedir permiso al municipio para cortarlas". Una persona simpática, con conocimiento de la vida rural, que como tengas la suerte de encontrarlo "pone una guinda" en tu etapa a pesar de alargártela bastante tiempo.


Desde la salida de Irache llama la atención, en la lejanía, un monte en forma de cono con  ¿piedra, edificio? en la cúspide. Será una referencia permanente que se hace más grande en la medida que nos acercamos a ella. Es el pico de Monjardín, situado en Villamayor de Monjardín, que tiene en la cima un castillo que fue un punto clave en el tiempo de la Reconquista. Pasamos por su faldas plenas de viñedos. Antes hemos de encontrar un aljibe medieval  conocido por los vecinos como la fuente de los moros.

Bajamos al valle y cambiamos los colores verde por el amarillo de los rastrojos de los cereales, terreno plano y agotador. Llegar a Los Arcos es cansado, fue una de las etapas más agotadoras, igualmente debía serlo para otros porque hubo un lugar, un rastrojo, donde no nos importó tirarnos a descansar. En la etapa no encontré a mis viejos compañeros René y Jaime, estos los hallé en los Arcos, tomamos una cerveza y nos fuimos a nuestro alojamientos. Más tarde comimos juntos e igualmente volvimos a vernos por la tarde comiendo un bocata y tomando unos vinos. Este día fue el último donde vi a Jaime, después hemos hablado por tlf y comunicado por las redes sociales pero no volvi a verle, siguió su ritmo, su camino. Ese día parece que presentía esto porque me ofreció una pulsera que a día de hoy todavía llevo puesta; me presentó varias a elegir, dijo que las trajo al Camino para entregar a los amigos que encontrara. Me siento honrado por esta consideración.
A René volví a verle en la siguiente etapa y compartir con él mucho camino.




       









domingo, 6 de octubre de 2013

Etapa 7 : Los Arcos - Viana (20 kmts)

Día 11-09-13

Ultima etapa por tierras navarras. Los primeros kmts de las etapas son agradables, el cuerpo está descansado y  las primeras horas del día tienen un olor y un color que hacen apacible y placentero ese tiempo del día. La mañana de la salida de Los Arcos no fue una excepción tuvo una luz cálida y espectacular que colaboraba, junto a las alargadas sombras, a crear unas maravillosas fotografías.
Los primeros 7 kilómetros hasta llegar a Sansol son un agradable paseo entre viñas, Sin embargo, a partir de ese punto nos encontraremos duros repechos que nos anuncian que entramos en el valle del Ebro. De vez en cuando probamos y saboreamos las uvas rojas.

Solo 1 kmt. separa Sansol de Torres del Río, localidad de empinadas calles presidida por una singular  construcción: la iglesia del Santo Sepulcro. Se trata de un templo románico del siglo XII hecho a semejanza  del de Jerusalén, y su construcción se atribuye a los caballeros templarios. Cuenta con planta octogonal y un alzado de tres cuerpos sobre los que destaca una linterna central también octogonal que reproduce en miniatura el propio cuerpo del templo y cuya función pudo ser  la de faro de peregrinos. En el interior, la mirada se alza hacia la magnífica cúpula de gruesos nervios de influencia califal que corona el conjunto y que dibuja una estrella de ocho puntas iluminada por una luz tenue luz que se filtra por las celosías. Su nervadura le recordará modelos islámicos similares a los de algunas mezquitas, lo que permite especular con la posibilidad de que el monumento fuese construido por artesanos mudéjares que habrían llegado a Torres del Río desde la orilla del Guadalquivir. Y en el ábside, custodiando el templo, un Cristo del siglo XIII, también conocido como el Santo Cristo de los Caballeros del Sepulcro.
Después de Torres y degustando unas uvas me reencontré con René, no sabía nada de Jaime puesto que no durmieron en el mismo albergue, ni él ni yo volvimos a verle. Los sudamericanos con vida laboral activa tienen los días contados para hacer el camino, pocos disponen de más de 30 días por lo cual han de caminar más kmts. diarios que la media de peregrinos para llegar a Santiago en ese tiempo. Continuamos juntos hasta Viana.
En el camino nos sorprendió ver a un lugareño recoger las pequeñas caracolas blancas entre las hierbas y maleza de los arroyos, por estas tierras castellanas no tenemos cultura de hacerlo, nos explicó que en la Navarra baja aprecian el gusto que dejan estos pequeños moluscos en  guisos como con el bacalao.

A Viana hay que circular por recorrido paralelo a la carretera y con esta población a la vista desde varios kmts. atrás; a la izda apreciamos el valle del Ebro y el asentamiento de la ciudad de Logroño. Desde la lejanía no se aprecia que esta localidad tenga un conjunto histórico de valor, pero sí, pronto se aprecia entrando por el Portal de la Trinidad al caso viejo dentro de las antiguas murallas, caminando por calles estrechas entre majestuosas calles nobles. Siempre, en todas la localidades el Camino, la flecha amarilla,  te lleva al casco antiguo, a los monumentos de más valor histórico, es natural puesto que ellas se construyeron y ampliaron alrededor y a partir del Camino. Seguimos la Calle Mayor llegamos a la Plaza de los Fueros, donde está la casa consistorial, palacio barroco del siglo XVI y la Iglesia de Santa María, esta tiene una portada renacentista que es prácticamente un retablo tallado en piedra. Delante de ella se encuentra la lápida de César Borgia, hijo del Papa Alejandro VI, sí, habéis leído bien, hijo de un Papa. Y este Cérsar fue Obispo de Pamplona con solo 16 años, cardenal y capitán  general del ejército del Vaticano, y, entre otros títulos, príncipe inspirador de la obra de Maquiavelo El príncipe. Este personaje murió aquí en 1507 en un lance de espadas y por esto fue enterrado en esta iglesia.
Yo, había reservado habitación en la Casa Armendáriz, René había planificado continuar 10 kmts. más hasta Logroño, así que tomamos una cerveza en un bar  de Calle Mayor, junto a la iglesia, y nos despedimos hasta que el destino quisiera juntarnos. La habitación me costó 22 €, con baño compartido por otras habitaciones de la planta, una buena ducha, que siempre es lo inmediato en todos los finales de etapa y una buena comida, menú de 13 €, en la misma Casa que tiene uno de los mejores Restaurante de Viana. Más tarde, lavado de ropa y paseo para conocer la ciudad.







sábado, 5 de octubre de 2013

Etapa 8: Viana - Navarrete (22 kmts)


Día 12-09-13

Entramos en la Comunidad de La Rioja, cruzamos la frontera 10 kmts después de Viana.
Los viñedos, con mayor o menor intensidad, nos acompañarán en esta y siguiente etapa, los peregrinos tenemos a nuestro lado  la invitación constante a probar las dulces uvas riojanas, fuentes de excelente vinos.
El tiempo continúa siendo excelente, sol y buena temperatura, ello contribuye a hacer más agradable las etapas, aunque.. el calor del mediodía contribuye a aumentar el cansancio en los finales de etapa.
El despertar y comienzo de etapa tuvo dos sobresaltos, uno, encontrar picadas de chinches en interior de brazo izdo, creo que se encontraban en una manta del armario, a la que tuve que acceder en la medianoche porque sentía frío, y dos, me faltan los palos, los bastones. Trato de hacer memoria y creo que los dejé en el Bar donde tomé con René la última cerveza, al lado de la Iglesia de Santa María. Son las 6,30 horas, ¿estará abierto el Bar?, lo más probable es que no, pero es posible que lo estén limpiando. No pudo ser en otro sitio porque del Bar vine al Hostal. Preparo la mochila, bajo a la calle Mayor y me dirijo al Bar, la persiana está medio echada, eso significa que hay alguien dentro, llamo y acude una mujer extranjera que habla y entiende el castellano, la digo lo que me pasa y pido el favor de que mire en el interior a ver si los encuentra, vuelve en un par de minutos con las manos vacías. Lo lamento y agradezco su atención. Me doy la vuelta con mucho pesar porque los bastones son muy prácticos para el Camino, especialmente en las subidas y bajadas, eran muy buenos y los tenía conmigo desde hace 12 años cuando comencé a ir a la montaña. Camino  despacio, pensando dónde pude dejármelos, tal vez se quedaron en la terraza donde estábamos y alguien se los llevó, esto es lo que debió pasar. Hago autocrítica por no prestar atención a las cosas y me resigno a no verles más. Pero escucho una voz de atención que me llama desde el Bar, me doy la vuelta y veo a la mujer con los bastones en la mano. Me alegré, les cogí y agradecí a la mujer su colaboración.


La mañana es espectacular por la temperatura agradable,  no es así en el trazado de los 10 kmts hasta Logroño, salvo el paso por un pinar no muy extenso, porque hay que pasar por una zona industrial que es el punto donde está el trazado de la frontera de las Comunidades. Antes de llegar a Logroño hay que pasar por un pequeño monte desde donde se aprecia una vista general de la ciudad, y al bajar es obligado el paso junto a una casa de labor rodeada de macetas, en la que vivía la señora Felisa quien durante muchos años recibía a los peregrinos dándoles "agua, higos y amor", como decía la impresión de su sello. Hoy la tradición la continúa su hija María, ya entrada en mucho años, que sella la credencial a todos aquellos que lo deseen y que deben ser la mayoría, porque se posiciona en el Camino y a la voz de ¡Stamp!, ¡Stamp!, nos invita a sellar, nos pasa al interior de la casa donde nos ofrece café y agua, y sella nuestra credencial,  no había higos y tampoco los recordé, sí tenía una caja metálica con monedas, donde los peregrinos depositábamos nuestra voluntad. Le llamó la atención  ver en mi credencial el sello de Pablo el de los "palos", comentó que le conocía, lo buena persona que es y lo viejos que se están haciendo. Tiene la costumbre heredada de su madre, según me dijo, de apuntar el número de sellos que pone, por esto le pregunté cuántos sellaba diariamente, me respondió que hace dos días había sellado 520 credenciales. Esto nos da idea del flujo tan elevado que tiene este mes de Septiembre.

Después de un descenso no muy largo entramos en Logroño, orillas del cementerio y del Ebro, que cruzo muy pronto para entrar en el casco antiguo. Son las 10 de la mañana y las calles están vacías, veo muy poca gente, entro en la cafetería El Moderno y  llamo a Mercedes, paisana de mi pueblo, socia y colaboradora de las Sociedades solares, con quien tomo café y me habla de Logroño y acompaña por el casco a salir de la ciudad. Una escuela infantil o guardería me llama la atención, paso varios minutos observando las evoluciones de los niños en el patio de juego, ¡que felices son y cuánto les queda!, ¿qué camino/s tomarán?, es inevitable reflexionar sobre la vida, ellos no tienen prisa, no saben lo que es eso, a ellos les llevan. Yo, hoy,  tampoco tengo prisa, y a mi también me llevan, me lleva el Camino, así que  tenemos algunos paralelismos.
El Camino está bien señalizado por las flechas amarillas que los amigos del Camino pintan y refrescan en piedras, suelo, tapias, etc.. hitos y mojones o conchas y baldosas al paso por localidades grandes o ciudades. En Logroño me saca de la ciudad por el Parque de San Miguel, este conecta a través de un largo paseo de cemento y  tierra, unos 5 kmts,  que es muy frecuentado por los logroñeses que hacen footing o senderismo, (la Via Apia le llama Jaime, el amigo mejicano),  entre tierras de labranza, con un amplio pinar donde se encuentra el Embalse de La Grajera, zona recreativa natural de mucha aceptación, y donde las ardillas salen al camino a buscar alimento de la mano de los caminantes o paseantes.
Navarrete no está muy lejos;  pronto la divisaré porque está situada en las faldas de un cerro. Debe su nombre porque en el siglo XII era una localidad navarra, aquí se encontraba la línea divisoria. Un par de kmts. antes de llegar, el Camino pasa al lado de una pequeña industria  astilladora de madera; sobre la verja separadora, los peregrinos hacen y colocan cruces con las astillas residuales. Por camino entre viñedos accedo a esta localidad conocida, además de por sus vinos, por su alfareria. Me dirijo al Hostal donde he reservado habitación y donde encontré el peor colchón del Camino, muy blando para mi espalda; a medianoche me vi obligado a dormir en el suelo encima de la esterilla de mi mochila.

viernes, 4 de octubre de 2013

Etapa 9 : Navarrete - Azofra (22 kmts)

Día 13-09-13

Mala noche he pasado, las picadas de los chinches me molestaban porque me picaban y tenía que hacer esfuerzos para no rascarme, puesto que es lo peor que se debe hacer en estos casos, es lo que me comentó la propietaria del Hostal donde estoy ahora. Y dormir en el suelo encima de la esterilla también ha sido favorable para no descansar ni dormir. Lástima que no le pueda decir lo del colchón, nosotros nos levantamos y nos vamos cuando ellos aún duermen. Los peores colchones los he encontrado en los Hostales y Pensiones, casi todos blandos, creo que no los "actualizan"; esto es pensar poco en los clientes, en este caso nosotros los peregrinos que, muy probablemente para muchos establecimientos hosteleros somos si no los únicos, los más importantes clientes.
No tengo buen cuerpo, así que hoy no caminaré mucho, Nájera está a 18 kmts, es recomendable quedarme aquí,  reservaré un Hostal, ¡otra vez más!. Hasta ahora solo he dormido en dos albergues: Saint Jean y Puente la Reina, en los demás sitios ha sido siempre Hostales y Pensiones, una media de 23 € por dormir. Anoche estuve sacando la media de los gastos del Camino hasta ahora, sin contar los desplazamientos de casa a Saint Jean, voy por los 49 € diarios. Hay que bajarlos a 40, el apartado de dormir es en el que tengo margen para hacerlo; a partir de Nájera empezaré.
Dormir solo significa comenzar solo y mirar a todos los lados buscando algún movimiento. En el Hotel Rey Sancho se veía luz tras las cristaleras del Bar-Restaurante y se adivinaban las figuras inequívocas de los peregrinos, allí hay desayunos. Otra vez a quitarse la mochila para luego volver a cargarla. Los 9 kilos que pesa se notan extraordinariamente al bajarla y subirla. El Bar está a tope y los peregrinos ocupamos el doble, busco un espacio donde dejar la mochila y pido mi café con leche y tostadas.
Las calles de Navarrete son circulares puesto que el casco viejo de la localidad está asentado en las faldas de un cerro cónico, así que a los 15 minutos estaba caminando por la circular calle que muestra la señal del Camino; son las 7,05 h. cuando salgo por el lado oeste de la pequeña ciudad, veo varios peregrinos caminar delante de mí, algunos llevan la linterna frontal, no era necesaria, yo solamente sentí su necesidad o utilidad en la etapa de Santiago, ese día, el 10 de octubre, salí de Pedrouzo pronto con el fin de llegar a la misa de los peregrinos, a las 12 h. y porque había quedado con René en la Plaza del Obradoiro para vernos y despedirnos, él iba una etapa delante de mí y ese día cogía el avión para Mallorca, no nos veíamos desde la llegada a Frómista, el 20 de septiembre. El 10 de octubre nos metimos inmediatamente después de salir, en un bosque de eucaliptos, me junté con un grupo de alemanas que llevaban unas frontales potentes que iluminaban muy bien, ese día sí que fueron necesarias, imprescindibles, yo también la tengo y nunca la he usado, en esa ocasión para qué lo iba a hacer teniendo la competencia alemana al lado. Me dejé iluminar por ellas.



En el Camino hay muchos intereses económicos, pasar o no hacerlo por una localidad tiene un gran significado económico y social para ella y es por esto  que hay ocasiones donde se desvía, o se trata de desviar el Camino a otras localidades, tapando y/o pintando flechas. Aunque hay guías que la incluyen, Ventosa no está en el Camino, pasar por allí significa andar 3 kmts. más. Ocurre que unos van a esa localidad y otros no, dependiendo de la guía que lleven o de lo despistados que anden, en mi caso no lo hice. Ocurre algo parecido en la localidad palentina de Ledigos, al salir de este pueblo ves en el suelo las flechas amarillas que te llevan a la derecha, pero al otro lado de la carretera que está enfrente, ves a la izquierda el mojón con la concha amarilla sobre fondo azul, este es el camino primitivo y auténtico que llega hasta la cara oeste de Terradillo de los Templarios. ¿Qué ocurre?, que en la cara este del pueblo han abierto un albergue hace unos años y si vas por este último camino no pasarías por él. La diferencia es 1 kmt aproximadamente.
Esta etapa de Navarrete a Nájera discurre muchos kmts., más de la mitad, paralela a la autovía y no es agradable, a los peregrinos nos gusta el campo y el silencio y los olores naturales. La otra mitad sí es atractiva, viñedos y cereales por terreno poco ondulado que se mueve entre 500 y 600 metros de altitud. A pocos kmts de Nájera hay un alto, el de San Antón, con buenas vistas del valle de Nájera, es un buen lugar para tomar un descanso y comer algo, un buen lugar y momento para dar placer al cuerpo.
Es un día de calor, poco antes de entrar en Nájera cruzamos un arroyo caudaloso, no sé si llamarlo río, no me atrevo, pero lleva agua que discurre con rapidez sobre un lecho de cantos, es una invitación para refrescar los pies, así que lo hago y pronto un par de japonesas o coreanas, de por allí, por esa capacidad de imitación que tienen, se colocan en la otra orilla y hacen lo mismo; estuvimos unos 15 minutos disfrutando de la frescura del agua. En este  tiempo  recibo una llamada telefónica de René, me había despedido en Viana, me dice que está en Azofra, 5 kmts. más allá de Nájera, en un albergue municipal, nuevo, que está muy bien, me pregunta donde estoy y si me interesa llegar allí y dormir en el albergue que cuesta 7 €. Recuerdo la conversación que tuve conmigo mismo anoche y le respondo que sí, que me reserve litera.


Llego a Nájera y voy al Hostal para quitar la reserva, a alguno le vendrá bien porque todo está  "full". Tomo una cerveza con algo sólido para resistir los 5 kmts que quedan, el sol pega de cojones y es la peor hora del día para andar, pero hay que hacerlo y ¡se hace!.
Los suelos son de arcilla roja y el camino discurre entre viñedos a ambos lados, estos cinco kmts hasta Azofre son los más tupidos de viñas que he visto. La sierra de la Demanda la tengo al sur, camino con cansancio y muchos deseos de llegar, de vez en cuando tomo algunas uvas para que su azúcar me anime a seguir, no hay nadie por el camino. Ya veo el pueblo pero... ¡joder cuanto cuesta llegar!, entro por la calle principal y casi única y en medio de la calle, a la sombra de los cuatro árboles que tiene el pueblo y de sombrillas de propaganda, sobre mesas igualmente de propaganda, en uno de los restaurantes, casi único, veo en una de las mesas a René, él me ve antes y levanta el brazo, está comiendo con un danés que ví en la salida de Navarrete caminar con rapidez. Una cerveza con gas es la primer petición después de bajar la mochila y de sentarme a la sombra, ¡qué placer!. Son las 3 de la tarde, lo segundo es la ducha, René me acompaña al albergue, éste tiene espacios cerrados con dos camas cada uno, distribuidos a lo largo de un ancho pasillo. Y después de la ducha, ¡a comer! un menú por 10 €, el cuerpo lo recibirá y agradecerá como si fuera el mejor manjar. Esto es lo que tiene el Camino, hace que te sientas feliz con poco, con lo imprescindible.
La tarde era buena y la localidad no tenía nada que ver, pequeña y sin atractivos, así que a tomar el sol en el patio, hacer la colada, escribir el diario breve de cada etapa y enviarlo junto con unas cuantas fotos al Facebook de los amigos. Esta practica no la dejé de hacer ningún día y me entretenía, tenía unos cuantos seguidores incondicionales. Por lo que he podido ver en todas las etapas, escribir en un diario es una práctica muy generalizada entre los peregrinos.
El albergue de Azofre está muy bien dotado de medios necesarios para la estancia de muchas horas de los peregrinos, entre ellos una buena cocina y amplio comedor. Son muchos los peregrinos a los que gusta comprar alimentos, generalmente pasta, cocinarla y comerla. René lo hizo, se comió un par de huevos con salchichas. ¡Y a las 9,30 a la cama!



jueves, 3 de octubre de 2013

Etapa 10 : Azofra - Grañón (20 kmts.)

Día 14-09-13

¡Qué bien dormí en el albergue municipal de Azofra!. Departamento de dos camas, en una René y en otra yo, compramos sábana y almohadón de papel por 1 €, esto nos dio tranquilidad sicológica por el aislamiento y ello nos ayudó, al menos a mí, a dormir, René no ronca, he dormido en más ocasiones con él. El o la que tenía al otro lado de la madera tampoco debía hacerlo, porque nada ni nadie me molestó. Dormí y descansé bien, esto en el Camino es muy importante.
Comencé el día con un buen susto, no encontraba las gafas, me di cuenta que no las llevaba cuando estaba con René en el Bar-Cafeteria-Restaurante del pueblo. Era grande, pero los peregrinos y las mochilas le habíamos hecho pequeño. ¡Joder, las gafas!;  piensa lo último que has hecho con ellas; ir a lavarme, las habré dejado en el lavabo, vuelvo al albergue; así lo hago y allí no había gafas, voy a las camas, miro por todos los sitios y no hay ningún objeto, vuelvo al lavabo, ya quedan puy pocos peregrinos en el local, ¿quién las va a coger?, tal vez alguien las ha encontrado en el lavabo y las ha llevado a recepción, voy para allá, aún no ha llegado la hospitalera, no lo hace hasta las 9 o 10, son las 7 de la mañana; tampoco hay nada. Vuelvo a la Cafetería, pudiera ser que estuviera en el bolso de alguna prenda exterior, aunque no tenía mucha confianza. No las he encontrado;  René, voy a mirar en la mochila, pero tú marcha ya nos vemos en el Camino; ¡No, no!, yo te espero, tranquilo, no hay prisa. Cojo la mochila, la abro y miro en las prendas donde hay posibilidad de que pudieran estar. No hay nada. Pues sin las gafas progresivas no voy a poder estar, las necesito para leer y escribir, compraré en una farmacia unas gafas lupa, pero para usarla poco porque no creo sea bueno para la vista . No entiendo cómo las he podido perder, vuelvo a repasar toda la "película" en la que estoy caminando a los baños por el largo y ancho pasillo del albergue, con la bolsa de aseo y ya vestido con todas las prendas para caminar (en las mañanas no nos duchamos nadie)  y veo cómo me las quito para lavarme, ¿y después?, pues solo hay tres posibilidades; una, dejarla en el lavabo, negativo; dos, dejarla en el bolso de aseo, ya he mirado varias veces, tampoco; queda el polar y me he palpado y tampoco, ¿entonces? .... meto las manos en los bolsillos del polar y....... ¡JODER, ESTÁN AQUÍ!, ¡René, soy un gilipollas, las tengo en el bolsillo del polar!, me alegro mucho, tanto como vergüenza siento de mi mismo. Ahora puedo desayunar a gusto.

El día es muy claro, la sombra de los caminantes es muy alargada, la luz muy cálida, de un color anaranjado, es el mejor momento del día para fotografiar la vida del alrededor. En la medida del avance de las agujas del reloj se reduce la longitud de las sombras y la luz se vuelve más blanca y el contraste de los colores disminuye. Hay que madrugar para hacer buenas fotos, y de madrugadas entendemos los peregrinos. También el atardecer es un buen momento para la fotografía.
A pesar de demorarnos en la salida, hay muchos peregrinos en ella, siempre es donde más "tráfico" hay. El Camino es agradable, como es natural caminamos hacia el Oeste, al Sur tenemos la Sierra de la Demanda, el terreno se vuelve  más plano y en los primeros kmts. de esta etapa aún vemos viñedos aunque estos van reduciendo su presencia en la medida que avanzamos a la Comunidad vecina de Castilla.León. Seguiremos toda la etapa por La Rioja y con la suerte de no ver, ni pisar asfalto de las carreteras. Las únicas localidades que veremos son Cirueña y Ciriñuela, ámbas muy próximas entre sí, pasamos por  medio de ellas donde está una urbanización de construcción de chalets adosados construida al calor del campo de golf  Rioja Alta que vemos allí. Sospechamos que ha sido otra "bomba" más de la burbuja del ladrillo, el aspecto de las viviendas es de estar deshabitadas. Estas dos localidades están en una pequeña elevación del terreno, al final de la subida aparece un puesto con los alimentos necesarios para caminar, como fruta, zumos, agua, café, ... administrados por dos jóvenes que informan por medio de escritos en cartones en los idiomas ingles y castellano: "El Gobierno no nos da empleo ni ninguna otra posibilidad. Nos roban el futuro. ¡Basta ya!". Procuran sobrevivir con la venta de esos productos; para los que salimos de Azofra es pronto, llevamos dos horas caminando y ahora lo que necesitamos es comida sólida, bocatas, por lo que no tienen mucho éxito con este grupo; tal vez el grupo de Nájera o Navarrete que llegarán con necesidades líquidas y energéticas, tengan más suerte. Esta manifestación supone para el peregrino que todavía no se ha enterado, empezar a conocer la "Marca España".


Superado el meridiano de estos pueblos entramos en un terreno muy amarillo, son los rastrojos de los cereales, ¡ni una viña!, parece más Castilla que La Rioja.  Después de unos 3 kmts. entramos en una recta larga y en descenso, al final de ella aparece una localidad importante por su dimensión, es Santo Domingo de la Calzada. Esta localidad, como tantas otras, nació al albor del Camino. Será a partir del año 1000 cuando se popularicen las peregrinaciones a Santiago, como antes lo hicieran los romeros con Roma o los palmeros con Jerusalén. Los monarcas comprendieron que mantener el Camino libre y expedito era asegurarse una vía de vital importancia económica, comercial y militar para controlar su territorio. Dos son los reyes que más apoyarán la ruta jacobea: el navarro Sancho III el Mayor y el castellano Alfonso VI. El Camino se dota de una serie de infraestructuras (calzadas y puentes) y de lugares asistenciales para el peregrino. En la actualidad, Santo Domingo de la Calzada es una ciudad volcada al peregrino y una de las etapas más señeras del Camino de Santiago en tierras riojanas, constituyendo la torre de la catedral un faro de orientación más que idóneo para el caminante ya que, su agudo perfil, se hace perfectamente visible desde varios kilómetros atrás destacando por encima de los tejados de la ciudad.
En la ciudad hay mucho ruido, es sábado y hay celebraciones religiosas que se manifiestan a través del ruido de los tambores. Ni René ni yo lo soportamos, vivir tantas horas entre el silencio nos da una sensibilidad acústica que choca con el ruido de las calles llenas de gente, así que pasamos sin detenernos en Santo Domingo. Grañón esta a 7 kmts. y tenemos deseos de conocer el albergue parroquial de San Juan Bautista,  está situado en la casa parroquial, en la estructura de la propia iglesia. En él se realizan ritos cristianos como compartir los alimentos, asistencia  a misa y bendición para el Camino, todo ello en las condiciones físicas más humildes como dormir en colchoneta en el suelo o compartir 2 baños y 2 duchas para todos.


Una experiencia que consideraba obligado realizar. Estos albergues se alimentan de las aportaciones voluntarias de los peregrinos y del trabajo voluntarioso de  cuatro hospitaleros. Los propios peregrinos colaboran en hacer y servir la cena y en limpiar los utensilios empleados, igualmente en el desayuno. No me arrepiento de hacer y conocer esta experiencia pero una vez nada más, dormir no fue nada agradable porque los espacios estaban agotados, las colchonetas tocándose, con lo cual casi los cuerpos también y los ronquidos del vecino en la misma oreja. Me tocó en suerte el que más roncaba a mi lado, y el perro del vecino de la Iglesia ladrando toda la noche, por lo que la noche fue toledana.
Aprendí que sin dormir, el cuerpo también descansa estando acostado.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Etapa 11 : Grañón - Villafranca Montes Oca (30 kmts)

Día 15-09-13

El vecino roncador de la colchoneta de al lado  y su señora canadiense debían de tener mucha prisa porque muy pronto comenzaron, sin luz natural, a recoger su saco y meter sus pertenencias en las mochilas, justamente en los momentos que yo, después de estar toda la noche en vela, había cogido el sueño. Hasta las 7 no daban el desayuno comunitario, eran las 6,15 de la mañana, ¿dónde iban?. ¡Bueno... que se piren y me dejen dormir media hora!, pensaba. ¡Pero, no!, vestidos para la marcha y con las mochilas cerradas, se volvieron a recostar en las colchonetas esperando la hora del desayuno, faltaba media hora y otra vez me habían reventado el pequeño sueño que había cogido. Estos son tan agarrados que se  quedan a desayunar por la jeta. Y así fue, eran los primeros que estaban en la mesa cuando llegó la hora. Era un matrimonio o pareja canadiense, de una edad próxima a los 70 años. Volví a verlos en  momentos de otras etapas, me habían creado un sentimiento hostil.
Los momentos de levantarse de las literas, en este caso colchonetas en el suelo, se hacen en el más escrupuloso silencio y a oscuras o ayudados por una linterna de mano, ello  provoca un efecto contagio que poco a poco levanta a todos. El uso de los baños es el que marca la pauta de levantarse de las literas.
A partir de las 7, los hospitaleros voluntarios ya tienen dispuesto en las meses los depósitos de café y leche, más el pan y  mantequilla y magdalenas. Cada quien se sirve lo que quiere y cuánto quiere, termina y recoge sus restos y limpia su taza o vaso que haya usado. Nadie te pide nada, puedes recoger tu mochila y marcharte  al Camino.
 A la salida de Grañón nos reencontramos de nuevo con las pistas de concentración parcelaria que surcan el cereal, aliviadas en su planificada monotonía por las hileras de chopos que crecen a la vera de ríos y arroyos. Dos kilómetros más adelante, un panel informativo espigado da la bienvenida a Castilla y León,  ya se divisa Redecilla del Camino, primer pueblo castellano al que llegamos tras superar una larga recta y cruzar la N-120. Esto es lo más significativo de una etapa sin historia, más allá de destacarla como una de la de más largo recorrido, 30 kmts. Hubo otras dos, la de Bercianos a Puente de Vilarente (34) y Santa Mariña a Corcubión (32),  donde superé los 30 kmts.
Belorado es la localidad de más renombre e importancia, paramos en la Plaza Mayor a almorzar, eran las 12,30 h. y la escasez de personas en el pueblo llamaba la atención.
Vamos muy tranquilos, 1 hora estuvimos en Belorado, eran las 13 horas cuando pasábamos por la pasarela peatonal sobre el Río Tirón. Nuestra meta de hoy está en Villafranca de Montes Oca, a 12 kmts de Belorado, ese recorrido supone unas 3 horas. Después de 1 hora de caminar llegamos a Tosantes un pequeño pueblo burgalés que celebran las tradicionales fiestas del pueblo. Nos detenemos a ver el ambiente, hay una orquesta que toca melodías tradicionales y conocidas, acompañando a unas personas que suponemos son las autoridades locales, y detrás gente del pueblo. A mi me resulta muy conocido, hasta familiar de tantas veces haber vivido momentos parecidos, pero René no lo conoce tanto y le gusta mucho conocer las tradiciones de esta tierra castellana que  él tanto admira, como a toda España en general. Son las antiguas escuelas del pueblo donde han dispuesto un Bar en una de ellas y  mesas en otra, con un vino español que el Ayuntamiento invita a los vecinos. Nos vamos al Bar a tomar una cerveza, apetece después de 1 hora de camino, con calor y a mediodía. Dos jóvenes que habrán cogido esa actividad en estos días de fiesta nos sirven dos cervezas, hay mucha gente dentro que nos miran con atención, salimos fuera mientras la bebemos y allí charlamos con la gente. "¡Nos quedan 7 kmts, y son las 2 y media, hay que espabilar!", "¡Sí, ¡vámonos!".   Tomamos nuestras mochilas y hacemos un esfuerzo notable y bastante gráfico para cargárnoslas, (nos hemos echado al Camino a las 7,30 h.) unos jóvenes, mujeres hay que decir, se acercan a nosotros y nos dicen que pasemos a tomar el vino español y a comer algo, ¿quién dice que no en nuestras circunstancias?, otra vez abajo las mochilas y nos vamos para el sitio. La gente nos miraba y tal vez pensaran que teníamos un poco o mucha cara para autoinvitarnos, por esto René, muy diplomático y correcto, se aproximó a la cabeza de las mesas donde estaba la alcaldesa y la agradeció la invitación que nos habían hecho los jóvenes del pueblo. Una hora estuvimos en Tosantes. 
Eran más de las 3 de la tarde, a esta hora no es frecuente estar en el Camino, por ello íbamos solos a Villafranca de Montes Oca, aún teníamos dos horas de caminar y no estábamos en las condiciones mejores para ello. Habíamos reservado dos literas en el albergue mejor valorado en la guía Eroski por los peregrinos, el de San Antón Abad, antiguo Hospital de peregrinos, restaurado y convertido en Hotel y Albergue, por ello no íbamos con preocupación. Pero sí muy cansados, al menos yo, la media de las etapas anteriores, exceptuando la de Saint Jean, era de unos 22 kmts. y hoy van a ser 30.
Pasadas las 5 de la tarde llegamos al albergue, muy bonito, mucha piedra, mucho verde y mucha gente, todos duchados, con la colada colgada para secar y charlando, leyendo o tumbados a la espera de las 7 de la tarde para ir a cenar. Pagamos el albergue, 11 €, y nos dieron cama, no litera, en habitación de 20, separadas, cada dos camas por una mampara abierta por arriba. Ducha y a lavar la ropa del día. Nos tocó esperar hasta las 8 para cenar porque el comedor estaba lleno, cenamos bien, acompañados del vecino de la cama de René, un guipuzcoano llamado Santiago, que hace el Camino por tramos en función del tiempo que le permite el trabajo, empezaba aquí y acabaría en Sahagún.

"El albergue de Villafranca de Montes de Oca es una antigua escuela reconvertida en refugio que no se ha desprendido del recuerdo de su instructivo fundamento anterior. Aún huele a cartapacios, pupitres, pizarras, polvo de tizas y a disciplina honrada de sabios y viejos maestros. El aula escolar, dispuesta para la acogida, adquiere, con las literas ordenadamente enfiladas, una cuidada y entrañable presencia . Me lleva de vuelta a la niñez de mis memorias más tiernas e impregna con un perfume de calidez candorosa mi alma peregrina, una combinación que colma mi ser de un sosiego celestial. "
 EL GRAN CAMINANTE. Antxon González Gabarain.

A las 9,30 estábamos en la cama. Esa noche me desperté en varios momentos porque me picaba el cuello y la cabeza y me veía obligado a rascarme.

martes, 1 de octubre de 2013

Etapa 12 : Villafranca Montes Oca - Cardeñuela Rio Pico (25 kmts)

Día 16-09-13

Instintivamente  rascaba los picores. Desperté y fui al baño, notaba al tocarme el cuello y la cabeza las protuberancias de las picadas, me vi en el espejo y observé los puntos afectados de mi cuerpo. ¡Cómo me han puesto!. Cuello, cabeza y mano izda. ¿Cómo puede ser?. No pueden ser los que me picaron en Viana, han pasado 5 días y si los hubiera cogido en Grañón me habrían picado allí y esto no ocurrió, luego ... estaban esperándome aquí. ¿Les habrá picado a los demás?. Cuando se levantaron René y Santiago fue lo primero que pregunté; no tenían ninguna señal y tampoco acertaban a saber cómo ha podido ocurrir en un albergue tan limpio y espectacular en todas sus infraestructuras.
En la sala de desayuno, comenté a los camareros mi caso y si el Director/a estaba levantado, "es el propietario del complejo y está en recepción". Me dirigí allí y le denuncié mi situación. "No puede ser, somos muy escrupulosos y activos con este riesgo, cada día desinfectamos todo el albergue, ¿no los traerías tú?". Comenté lo que me había pasado en Viana, "pero eso fue hace 5 días y en estas noches anteriores no he sentido nada", "los tienes en la mochila, esos bichos se meten entre las cremalleras y las costuras, trae la mochila que la vamos a desinfectar". Entonces creí su versión, pero hoy no. Los chinches estaban allí en el albergue. Metió la mochila en una bolsa grande de basura y la aplicó un insecticida genérico. "cierrala con un nudo y mantenla así 10 minutos". No dudo de que tomó nota de lo ocurrido y pondría remedio para evitar que otro peregrino amaneciera mañana como yo.
René y Santiago me esperaron y partimos juntos.


Santiago hace el Camino por tramos, en esta ocasión terminaría en Sahagún, viene con las etapas programadas y con los albergues seleccionados a través de la web de http://caminodesantiago.consumer.es/ En esta etapa había programado llegar a Cardeñuela Rio Pico y dormir en el albergue Vía Minera, a René y a mi nos pareció una etapa asumible por el recorrido, no así las otras programadas de una longitud mayor de 30 kmts, así que planificamos hacerla los tres juntos.
Villafranca está a los piés de los Montes Oca, para llegar a Burgos hay que atravesarlos, nos encontramos a unos 900 metros de altitud; desde el Col de Lepoeder en los Pirineos hemos ido bajando hasta altitudes más bajas como las de Puente la Reina y Logroño, de 350 m. y desde esta última hemos ido subiendo lentamente hasta hoy que llegaremos a los 1.100 m. del Alto de la Pedraja, y bajaremos hasta los 850 m de Burgos; el punto más alto del Camino está en León, en La Cruz de Ferro (1.550 m.) poco después de Foncebadón.  El día es muy bueno y cambiar de terreno apetece. El primer paso que damos ya es ascendente, hay un tramo de ascensión continua que te hace sudar a las 8 de la mañana. La senda es ancha y trazada entre bosques de robles y de pinos. La mezcla de olores, la temperatura suave de la mañana y el paisaje verde y la Sierra de la Demanda a nuestra izquierda, hacen que no notemos el esfuerzo físico, y la ascensión y el camino se transformen en un ejercicio placentero.
Las picaduras de los chinches no me molestan, pican algo pero no me rasco porque si lo hago me exigen más y se hinchan las picaduras. Me preocupan los ronchones de la mano izda, porque uno está produciendo una pequeña ampolla.
Después de algo más de una hora caminando aparece un monolito en recuerdo a las víctimas republicanas de la guerra civil española de 1936, en recuerdo de más de 300 personas que fueron fusiladas en estos montes de la Pedraja. En este pais llamado España se ha dignificado a las víctimas del bando que ganó la guerra, o mejor del bando que dió el golpe de estado, se las ha dado gloria y llevado a los "altares", pero a los asesinados del otro bando, el de los que representaban al Gobierno de la República democraticamente elegido, no solo se les ha insultado, condenado y demoneizado por "rojos", sino que sus cuerpos echados, tirados en las cunetas, muchos de ellos en los mismos lugares donde les asesinaron, permanecen aún bajo esa tierra sellada por el miedo y el terror que la dictadura de Franco impuso a sus familiares. En la democracia, desde el año 1975, ningún gobierno hizo nada por recuperar la memoria y la dignidad de esta gente, salvo el de José Luis Rodríguez Zapatero,  pero de forma insuficiente. Desde el año 2003 han sido muchos los cuerpos recuperados, pero aún permanecen miles de ellos bajo tierra. Este monumento encontrado en el Camino se ha levantado en un lugar donde se encontraron decenas de ellos. Me extiendo en la explicación porque este blog se está leyendo en paises que muy probablemente no conozcan estos hechos que he narrado. 


Continuamos caminando por amplias pistas forestales. En otra de las paradas, Louise, una escocesa (la que aparece en la foto de arriba) vió mis picaduras y me enseñó las suyas, también tenía muchas en los brazos y también en el cuello, la había ocurrido en la primer etapa, subiendo los Pirineos, en el albergue de Orisson.
 A las 11 de la mañana llegamos a San Juan de Ortega, pequeña localidad que debe su nombre a este santo que levantó una ermita donde guardó una reliquia de San Nicolás que trajo de Tierra Santa. Había la creencia de que estas reliquias ponían remedio a la esterilidad y la fama de sus propiedades milagrosas fue tan grande que hasta la Reina Isabel la Católica peregrino al lugar. Para nosotros, este pueblo hizo el milagro de curar el hambre y la sed, y darnos fuerzas para caminar durante tres horas más hasta la meta de hoy.
A las 12,15 horas salimos de los Montes de Oca, aparecen las tierras amarillas por los rastrojos de los cereales; cambiamos el verde por el amarillo, enfrente teníamos el valle de Atapuerca. Esta localidad es conocida mundialmente porque en ella existen unos yacimientos prehistóricos que demuestran la existencia de seres humanos en Europa hace más de un millón de años.
En esta localidad y en Agés trato de buscar una farmacia para aplicar algún tratamiento en mis picaduras, especialmente las de la mano que se están poniendo feas, no encuentro ninguna.
Superado el valle hay que subir a la sierra siguiente, son las 13 h. calienta el sol y llevamos 5 horas en el Camino, así que....  no queda otra. La subida es dura, por un terreno pedregoso, seco e irregular, junto a un campo militar de tiro.


La llegada al alto o el final de la subida, se agradece. Arriba hay una modesta cruz con un humilladero y desde ese alto se aprecia otro valle, grande, una gran explanada en la que se halla la gran ciudad de Burgos. Poco a poco bajamos por caminos de tierra entre tierras agrícolas para llegar a Cardeñuela, la meta de esta etapa, y al albergue seleccionado de Vía Minera.
Nada más llegar, el propietario y responsable del albergue observa mis picaduras y en un ejercicio de responsabilidad me dice que hay que analizar mi mochila para ver si transporto chinches, porque él debe de cuidar la limpieza y la sanidad de su albergue. Así que nos ponemos en marcha  y desnudamos la mochila. Prenda a prenda las vamos analizando minuciosamente, teniendo en cuenta los lugares habituales donde se guarecen estos bichos. Después de ver un par de prendas, el responsable opina :  "no hay nada, no tiene pinta de que haya ningún chinche. Vamos a mirar todo, pero ya digo que no. Se han quedado allí. ¡Mejor!, porque si traes alguno me la preparas cojonuda. De todos los modos vamos a meter la ropa y mochila en bolsas, echamos insecticida, las cerramos, dejamos cerradas al sol y después lavamos toda la ropa." Y así lo hacemos.
Son las 16 horas, muchos deseos de ducharme, de comer y de descansar.