El CAMINO DE VICENTE recoge experiencias habidas en los dias que pemanecí en el Camino francés a Santiago

viernes, 20 de septiembre de 2013

Etapa 23 : Foncebadón - Ponferrada (27 kmts)

Día 30-09-13
Tras las pesadillas en la noche por el estado del móvil, llegó la satisfacción y tranquilidad al comprobar que las funciones usadas funcionaban. Un accidente que te recuerda que la concentración es necesaria en cada acción para no romper el Camino.
La mañana que nos presentaba el día era otro regalo más, nos asomamos  a la puerta del albergue y creíamos  estar en el cielo,  la capa de nubes sobre el valle simulaba un mar de color blanco. Eran las 7,30 y hacía un poco de frio, natural por las fechas y la altura donde nos encontrábamos, a 1400 m.
La etapa tenía varios atractivos, uno especial como es la Cruz de Ferro por la simbología de este punto emblemático y otro es la dura bajada hasta Ponferrada ya en la comarca del Bierzo y el entorno natural presidido por la Sierra del Teleno.
Los peregrinos pasaban en silencio, despertando todavía o pensando en los deseos que iban a depositar a los pies de la Cruz de Ferro. En el mismo estado me incorporo a la corriente del Camino y comienzo a consumir los 200 metros de la suave ascensión hasta la Cruz, el punto más alto del Camino junto con el Punto Alto, 10 metros más, que está a unos 8 kmts. de la Cruz. Desde unos 500 m. de distancia se la divisa y se ve a los peregrinos que han llegado, suben y bajan por el cono de piedra de la base formada por los miles de piedras que representan  los deseos de otros tantos miles de peregrinos que han escrito la historia del Camino.


Siento cierta emoción o respeto cuando llego, me quito  la mochila y tomo la piedra de los deseos, de mis deseos, para dejarla allí, más por respeto a la tradición que otra creencia personal, es un rito que quiero cumplir. El sol va ascendiendo y sus rayos iluminan la cruz, hay un fondo azul con pequeñas nubes de tonos rojos que "pinta" la luz solar, ¡una puesta en escena natural ideal!,  y hay que aprovechar ese momento para hacer fotografías. La ocasión es única e inmejorable, no se puede perder esta oportunidad, ¡qué suerte he tenido!.


No se si todos los peregrinos dejan su piedra y sus deseos, pero si se que no hay un solo peregrino que no se detenga en este lugar para hacer alguna fotografía, creo que es junto la Plaza del Obradoiro y la Catedral de Santiago, el lugar universal fotografiado por todos,  también el Alto del Perdón en Navarra, y.... no se me ocurre otro igual. Aquí estará la piedra de Jaime, el amigo de Mejico que dejé de ver después de Los Arcos, habría pasado por aquí unas 3 o 4 jornadas antes, la trajo desde su tierra junto los deseos de todos sus amigos. Jaime es un artista de la fotografía, tiene en Facebook una página que recoge sus trabajos.
https://www.facebook.com/pages/Cproducciones/220964174749420?fref=ts

 En YouTube he encontrado  este vídeo que me gusta :


Media hora he invertido en la parada de la Cruz de Ferro haciendo mis fotos y observando a los demás. Alguno se impacienta con los que están arriba haciéndose una y otra foto, desean que terminen para colocarse él o ellos. Los que dan la nota negativa son  o somos,  como casi siempre, los españoles, hubo un ignorante y mal educado que exigió con gritos a un grupo de ingleses que terminara ya de hacer fotos; educadamente uno de ellos le pidió que fuera más moderado, la respuesta fue de nota : "estoy en España y a mi no me manda callar ningún extranjero". ¡Lamentable!. Potenciando la marca España. Aunque tengo deseos de intervenir no lo hago porque no he venido aquí para esto.


Comienzo una suave bajada hasta  Manjarín y luego una suave ascensión hasta el Punto Alto (1.515 m.), pero desde aquí, unas vistas extraordinarias y entre ellas Ponferrada a 18 kmts., hay que iniciar el descenso más bello, más duro, más peligroso del Camino y el de mayor desnivel. Hasta Acebo a unos 3 kmts del Punto, hay que descender 500 metros de altitud, es peligroso por las lesiones que pueden producirse, como luxaciones, esguinces, .... si no tienes precaución, por ello es muy recomendable utilizar bastones. En el Alto del Pollo, etapa 26, conocí a un argentino que tenía un gran pesar por haberse lesionado en esta bajada y perderse todo el camino desde aquí hasta O Cebreiro, donde después de curarse y recuperarse, había ido en autobús para continuar hasta Santiago.
En esta bajada volví a encontrarme con la joven alemana Svenja, la había despedido en Hospital de Órbigo, y, con nuestras cuatro palabras de inglés y de castellano, comentamos brevemente aspectos del Camino.


Acebo es una pequeña aldea berciana que conserva en sus viviendas la arquitectura rural de la comarca y que está muy bien conservada,  donde varias familias viven del Camino, como en otras localidades. Son las 11 h., el mejor momento para comer y beber algo y recuperar el desgaste. Al fondo se ve Ponferrada, aún muy lejos.
Una hora de descanso es mucho tiempo en una jornada larga, ello me obligará a llegar tarde y en una hora inadecuada. A las 13,45 h. entro en Molinaseca, población grande con origen medieval, cruzo el puente románico, conocido como el de los peregrinos, para enfilar la calle Real del casco histórico, flanqueada por las típicas casonas de piedra y balcones de madera. Es una buena hora para terminar la etapa pero ya me había propuesto terminar en la capital del Bierzo, me quedan 7 kmts, los más duros de la etapa por la hora y el estado físico, sabía que iba a sufrir. Molinaseca está a 610 m. representa el fin del descenso de la Cruz de  Ferro, prácticamente a la misma altura que la capital, ésta a unos 550 m.
Hay muchos peregrinos que diariamente hacen entre 30 y 40 kmts, yo no soy de esos, no puedo serlo, hoy voy a hacer 27 y los 5 últimos con un cansancio muy grande. Recuerdo que en la periferia de Ponferrada tuve que sentarme en un banco y descansar un buen rato porque estaba agotado. Ví  pasar a un peregrino que caminaba muy ligero, me sentí inferior aunque satisfecho porque estaba superando muchas pruebas físicas y anímicas. No había llegado, aún me faltaba encontrar el único albergue municipal que hay en Ponferrada. Me equivoqué, tenía idea de que estaba en la plaza Mayor, pero no era así, me informaron de su localización, había que andar y ya no podía más, por esto que me albergué en un Hostal junto al castillo de los Templarios, una fortaleza bien conservada del siglo XII.
El cansancio es mayor que el hambre, así que hay que proceder en este orden, primero descansar y después comer, haré cena pero antes hay que hacer la colada, aprovecho para buscar una lavandería y lavar la mayoría de ropa, en el camino saludo a Svenja y me encuentro con Louise, la escocesa que en los Montes Oca reconoció en mis picaduras de chinches los que a ella le hicieron en la primer etapa de Saint Jean. Hablamos de esto y me enseñó marcas que aún conservaba desde el 5 de septiembre. Acababa su Camino, no tenía tiempo para hacer más, partía a Madrid para volar a Glasgow.
La lavandería me costó 15 €, cené bien por 10 € y dormí mejor por 30 €. Me salió caro el día, pero no todos son ni pueden ser así.

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